El Sábado 11 de Diciembre, a las 12 de la mañana, hará una visita a la librería Baobab, el camello del Rey Melchor: Obdulá. Nos contará cómo llegó a ser guía del Rey un camello como él: pequeñajo, bizco, flojo y despeluchado. Una aventura donde no faltará emoción, humor y música, descubriendo a otros muchos personajes como Cleopatra, Relámpago (el reno de Papá Noél) y un Baltasar "sabrosón". Os esperamos.
Sencillamente.... ¡¡¡GENIAL!!!
ResponderEliminarHola cuentacuentos. Te vi en la Ciudad de los Niños y me dejaste impresionada como con unos niños tan difíciles fuiste capaz de arrancarles sonrisas, bailes y atención. Estuviste galáctico. ¿Eres de Huelva? Dominabas todo, el público, la historia, el micro, el equipo de musica. Todo. Nadie se librara de tus miradas, hiciste bailar hasta a los periodistas que estaban allí,incluído el alcalde, a los adolescentes y a los niños de cuatros años. Fuiste una máquina que llegó y arrasó. Encantada de conocerte. Un saludito.
ResponderEliminarHola Mónica. Gracias por tus palabras. Soy de Huelva. Actuar en la Ciudad de los Niños requiere un sobre esfuerzo importante. Como bien has dicho es un público difícil: entorno familiar complicado, edades distintas ( de 4 años a 13 o 14 años), son inquietos, no están acostumbrados a los espectáculos escénicos y a que presten atención al mismo... La formula que utilizo -solo con ellos-es la cercanía constante (por ello no utilizo el escenario), la continuada participación tanto de ellos como del profesorado y la elección de un relato que les llegue a todos ellos. Los chicos de la Ciudad de los Niños comparten conmigo que les encantan la música a todo volumen. Les chifla, como a mí, la música a todo gas. Pero lo que realmente he encontrado allí, pese a su complicada vida, es nobleza. Todos estos años que he ido, siempre me han recibido ayudándome con el equipo de sonido, prestándose a abrir una puerta, me hacen mil preguntas sobre el micro, el vestuario que llevo, que que chula la camiseta que llevo, que cuando voy a ir otra vez, que si tengo hijos... Son difíciles, como dices, y a la vez, sensibles y tiernos. En cuanto al profesorado y a su director... para quitarse el sombrero. Espero, creo que si, ir muchas más veces. Por cierto, son unos magníficos bailarines. Un saludo, y gracias de nuevo por tus palabras.
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